Dormir no es una obligación, es una necesidad tras el mantenimiento de actividad.
Aunque las horas de sueño que son necesarias, van disminuyendo con la edad, son muy variables en los niños. Un bebé duerme más que un niño algo mayor. No es imprescindible dormir siesta aunque es recomendable para los más pequeños.
Es importante enseñar al niño el hábito del sueño igual que le enseña a comer o a vestirse. Antes de los siete meses los niños adquieren el patrón del sueño.
El niño debe de dormir en su propia habitación desde los 5- 6 meses. No permita que se pase a la cama de los padres durante la noche, ni tampoco pase usted a la suya para dormirlo.
Evite darle un biberón para que duerma ni deje que lo duerma la televisión
Establezca una hora para acostarse y no lo deje a su antojo. Acompáñelo, quedese un ratito con él leyendo un cuento para hacer de ese momento un momento rejajado y feliz, así no transformamos la hora de ir a dormir en una lucha o en la creencia por parte del niño de que desean liberarse de él.
Puede ayudarle colocando cerca de él un objero que asocie con el sueño: peluche, muñeca, sábana…A veces es también necesario una lucecita encendida, aunque no es aconsejable. Es conveniente que duerma solo, así si se despierta por la noche también se dormirá solo.
La falta de actividad, las siestas prolongadas, las riñas de última hora, los juegos violentos, el malhumor de los padres dificultan el sueño. No le amenace para irse a la cama, debe de ser un momento agradable. No le cambie los pañales a media noche si no es imprescindible. Mantener a los niños despiertos para ver a los padres que llegan tarde es poco aconsejable: busquen una alternativa.
Un niño que no descansa la suficiente suele dar problemas con la alaimentación, en su conducta y en el rendimiento escolar.
En época de colegio, despiértelo con tiempo suficiente para que el mismo puedad asearse, vestirse y desayunar. Las prisas de los padres suelen retrasar su madurez. Enséñelo a ser autosuficiente y competente. Sea flexible con los horarios en vacaciones, fines de semanas y ocasiones especiales.
La separación de los padres a la hora de dormir es algo natural que los niños deben de aceptar como normal. Fomente las conductas de autonomía infantil adecuadas a su edad: esto les ayuda a madurar.
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